viernes, 9 de noviembre de 2012

LOS OMEGA 3, su importancia en la mujer

Los ácidos grasos esenciales son fundamentales en la nutrición en todas las etapas de la vida pero sobre todo en la mujer embarazada y en la lactante que se estima que debería ingerir al menos 200 mg de DHA al día.


¿Pero qué son las DHA, AA, EPA, ALA, LA, CLA y similares, y dónde radica su importancia?


Se les llama esencialesporque el ser humano no puede fabricarlos y requiere por ello incorporarlos a su dieta. Sólo las algas son capaces de transformar unas grasas en otras, los animales sólo pueden alargar la cadena, de ahí también la importancia de comer aquellos pescados que se alimentan de ellas, sin embargo la controversia de la contaminación con mercurio de los pescados depredadores como el pez espada no aconsejan su consumo excesivo, por lo que es fundamental su aporte complementario.
Estos ácidos grasos esenciales son los ácidos grasos insaturados linoleico y linolénico, así como toda la serie de derivados de cadena más larga omega 6 y omega 3 respectivamente (como el DHA, AA o EPA) que deben su nombre a la posición de la insaturación. Son necesarios para la producción de los triacilgricéridos y fosfolípidos y por tanto fundmentales en el desarrollo del cerebro y sobre todo de la retina del recién nacido.
La madre debe tener presente que el contenido de DHA en la leche humana es de 30 mg/100 ml mientras que en la leche de otros mamíferos es despreciable por lo que su aporte nutritivo durante la lactancia también es fundamental.
Tanto los omega 3 como los omega 6 son claves para  mantener la estructura de la membrana, así como para la fabricación de sustancias como prostaglandinas, tromboxanos o leucotrienos y por tanto con importantes funciones en el desarrollo de nuestras defensas y de una adecuada circulación sanguínea, recomendándose una ingesta diaria de DHA de 0,65 gramos más un gramo de alfa-linolénico, por lo que se aconseja un consumo de pescado azul fresco  de 2 veces por semana.
La piel es el principal órgano diana de las alteraciones del medio ambiente. Se debe destacar el efecto de la radiación UV que junto con los cambios provocados por la edad alteran la funcionalidad cutánea mediante la producción de la metaloproteinasa (MMP) que degrada las fibras de colágeno y la matriz intercelular.Los omega 3 reducen la producción de prostaglandinas por lo que mantienen a raya la inflamación propia de la edad mejorando la respuesta inmune y todas las patologías asociadas como la osteoporosis, cardiopatías o el Alzheimer.
Y aunque todavía no hay suficiente evidencia científica, diversos estudios demuestran que la suplementación con DHA y EPA puede mejorar los síntomas depresivos y disminuir la frecuencia de los sofocos en mujeres menopáusicas.

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